"Lo que no se mide,
no se puede controlar,
y lo que no se controla
no se puede optimizar"
Hemos oído mencionar en distintos escenarios empresariales y económicos sobre la importancia que tienen los indicadores de gestión en organizaciones que aspiran a lograr mayores niveles de competitividad. Los indicadores como herramienta de control pueden ser excelentes aliados al momento de lograr cumplir nuestras metas pero al mismo tiempo cuando no se manejan correctamente se convierten en un lastre para la empresa y es exactamente en este punto donde debemos hacer un alto y revisar en qué estamos con los indicadores de gestión. Los indicadores no solo deben ser aplicados en las organizaciones que se hacen participes del SGC, son apropiaciones administrativas para todo aquel que maneje recursos.
Volviendo a nuestro tema prioritario podríamos recapitular que hoy en día la conversación cotidiana de dos amigos empleados que trabajan en diferentes empresas puede tener fácilmente el siguiente componente semántico en su conversación despúes de dos o tres tips de cortesía: cómo va ese trabajo? bien, trabajando en eso de la calidad, y tu que tal? lo mismo, aburrido con ese cuento de los indicadores, cada día hay menos tiempo de hacer lo que se tiene que hacer por andar cumpliendo con cosas que no sirven para nada.
Volviendo a nuestro tema prioritario podríamos recapitular que hoy en día la conversación cotidiana de dos amigos empleados que trabajan en diferentes empresas puede tener fácilmente el siguiente componente semántico en su conversación despúes de dos o tres tips de cortesía: cómo va ese trabajo? bien, trabajando en eso de la calidad, y tu que tal? lo mismo, aburrido con ese cuento de los indicadores, cada día hay menos tiempo de hacer lo que se tiene que hacer por andar cumpliendo con cosas que no sirven para nada.
Si hacemos un exhaustivo diagnóstico concluiremos que nuestra cultura académica y organizacional nos ha impedido obtener mayores logros en las organizaciones donde se aplica la implementación del sistema de gestión de calidad, porque más allá de convertirse en nueva propuesta para aligerar las paquidérmicas estructuras administrativas que se tenían, se ha convertido en una incomodidad para quienes son aportantes a esta nueva metodología de optimización de recursos.
El modelo experiencial de prueba y error eminentemente aporta al crecimiento de toda empresa, pero no eliminar aquello que identificamos y que nos puede estar afectando es poco inteligente.
Es sensato acotar que todos los que hemos participado de manera directa o indirecta en la estructuración de sistemas de gestión de calidad a implementar en nuestras organizaciones hemos tenido el primer escollo al definir realmente que se quiere controlar y en segunda instancia después de algunos meses de aplicación, observamos que algunos indicadores definidos en primera instancia no aportan información y si han podido estigmatizar permanentemente el SGC dentro de la mayoría de los empleados.
Forjadores, gerentes, administradores y lideres corregir este problema puede ser tan complicado y desgastante como brindar garantias sobre productos o servicios defectuosos ofrecidos, en ultimas es díficil valorizarlo pero si podemos asegurar que puede llegar a ser altamente costoso.
Es posible que en este comentario nos identifiquemos con realidades cercanas a nuestro entorno y es por ello que desde este espacio de información y discusión mencionamos algunos consejos prácticos para seleccionar o depurar los indicadores de gestión a utilizar en nuestra organización:
Es posible que en este comentario nos identifiquemos con realidades cercanas a nuestro entorno y es por ello que desde este espacio de información y discusión mencionamos algunos consejos prácticos para seleccionar o depurar los indicadores de gestión a utilizar en nuestra organización:
1. El indicador debe permitir tomar decisiones. Los indicadores medios nos brindan información pero no permiten medir gestión de áreas de la organización. El indicador debe consolidar la gestión colectiva no la individual. Cada proceso debe manejar como máximo tres indicadores.
2. El indicador debe estar aplicado a la realidad de la empresa. Nos equivocamos cuando queremos ingresar el refrigerador del vecino en nuestra vivienda. Nuestra organización es como nuestra huella digital esta caracterizada por quienes la conformamos y la dirigimos, tratar de implementar indicadores ajenos nos puede sobre dimensionar o no brindar la información suficiente hacia lo que pretendemos.
3. El indicador debe aportar al cumplimiento de la misión de la empresa. Los principios y valores de nuestra organización deben ser coherentes con la definición de los indicadores. El SGC no debe apartarse de nuestro objeto y razón de ser como organización.
4. El indicador debe estar alineado con la visión del negocio. El indicador debe establecer rutas de mejoramiento continuo y lograr establecer comparativos de crecimiento real. El indicador debe aprovisionar elementos de auto evaluación en los líderes y en sus equipos de trabajo que conforman la entidad.
5. El indicador debe permitir proyectar adecuadamente el plan estratégico en curso. El indicador debe contribuir al establecimiento de mediciones periódicas que brinden acciones correctivas y que además permitan alcanzar los objetivos y metas dentro del mercado a nivel económico y comercial.
Actividad de refuerzo: Revisar los siguientes videos:
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